Tienes tiempo para hablar con Dios?
Escuchaba
en internet a un sacerdote conversando sobre la meditación y el poder de la
oración, y llego a decir en una parte de su plática que la meditación y la
oración eran tan efectivas como la acción (apostólica). Yo en realidad, no
estoy muy convencido de ese punto de vista, claro, eso es porque siempre
tenemos el Santo Tomás por dentro: Ver Para creer!
Leyendo el
evangelio de Evangelio según san Lucas: 10, 38-42, creo que Jesús deja claro que si el
te visita a tu casa, y entabla una conversación contigo, hay que hacer uso de
la escala de prioridades para colocar de primero la escucha de su palabra. Esto
quiere decir, a mi manera de entender, darle primero el puesto a Dios para
escucharle (primer mandamiento de la ley: Amar a Dios con todo tu corazón, con
todas tus fuerza y con toda tu mente) y luego hacer las demás cosas. No es
hacer o escoger una de las dos en todo momento, sino, darle prioridad a una y
luego la otra.
Esto nos recuerda que no podemos ser ni de las personas que
viven todo el tiempo en "el cielo" ni las que viven todo el tiempo en
la tierra. Las que viven todo el tiempo en el cielo, no tienen tiempo de hacer
la caridad que les pide el Señor en la oración, y los que viven todo el tiempo
en la tierra, no escuchan a Dios que les pide hacer caridad. El que vive todo
el tiempo en "el cielo" se cree un ángel, el que vive todo el tiempo
en la tierra se cree "una simple criatura". Ninguna de las dos, somos
Hijos amadísimos de Dios, con la herencia del Reino de los Cielos, personas con
cuerpo y alma.
Escuche también en una conferencia por internet a un empresario
que decía que lo invisible (los pensamientos, las emociones y la
espiritualidad) hace posible lo visible ( tu trabajo, tu dinero, tu riqueza). Él
lo asemeja con un árbol, donde las raíces son lo invisible y lo visible son los
frutos. Qué gran enseñanza. Excelente!
Tal vez
Jesús en el evangelio cuando conversó con Marta, le quería decir lo mismo. Para
hacer los quehaceres de la casa de manera eficiente, era necesario escucharlo a
Él primero (alimentar las raíces del árbol con el agua vivía de Cristo) para
luego obtener buenos frutos (en el trabajo, en la familia, en la sociedad).
Entonces, cuánto
tiempo es necesario escuchar al Señor? En esto también me acuerdo de unos
ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola donde el predicador comentó que
en un estudio de investigación sobre la vida de muchos santos Católicos, el
promedio del tiempo para la oración era de 6 horas diarias. Muchas de estas
frente al Santísimo.
Yo creo
que, en los momentos actuales, en función del estilo de vida que llevamos, tal
vez esas 6 horas diarias si se cumplan, la mayoría en un conversar
constantemente con Dios en el silencio, un poco frente al Santísimo (aquellos
que vivan cerca de un templo). Tiempo hay, son 24 horas.
Jesús no
le da a Marta un esquema estructurado o cerrado y estricto para que lo escuche,
pero si le hace saber que se está perdiendo lo más importante por no darle
prioridad.
Yo te quiero
invitar a que revises la prioridad que le estás dando a la Palabra de Jesús en
tu vida (los evangelios); yo me estuve revisando y mi sorpresa es que no le
daba prioridad. Tome la decisión de leer el evangelio del día según la liturgia
romana, y me ha ido de maravilla. Cuando la leo digo: Esto esta tan bueno, que
otras personas lo deben leer… y entonces lo coloco en el Facebook. “Dicen que
lo bueno no se puede contener en sí mismo, sino que, se transmite”
Oración:
Te damos gracias Señor
Jesús por tu palabra, Tú que eres el camino, la verdad y la vida; manantial del
Espíritu Santo, Hijo predilecto de Padre Celestial, amado hijo de la Santísima
Virgen María. Queremos sentarnos a tus pies como lo hizo María, para escucharte
y así, dar frutos abundantes de Fe, esperanza y Caridad. Tu palabra es la lámpara
que ilumina nuestros caminos en los momentos de oscuridad y sufrimientos, la
luz que no tiene ocaso y que vivifica nuestras acciones que nos lleven a la
vida eterna. Amén.
Si te gustó, por favor compartelo y multiplicarás la palabra de Dios!
Saludos!
Leonardo Rojas Laguna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario